Marcus Vinicius Toledo vuelve a Lleida, la ciudad en la que se inició como profesional, para “hacer lo que necesite el equipo”.
Con la ilusión y las ganas de un junior, pero con la sabiduría del veterano acostumbrado en mil batallas que ya es. A sus 34 años, 11 después de marcharse de Lleida y 7 desde su última campaña en la LEB Oro -que culminó con un ascenso-, el brasileño vuelve para competir en un entorno que conoce perfectamente.
Toledo llegó a Lleida con 17 años, y después de competir a gran nivel en la liga brasileña en las últimas temporadas, decidió regresar a Cataluña con su familia. Entonces, y como ha explicado el DT del club, Joaquín Prado, su contratación se convirtió "en una prioridad" por el ICG Força Lleida, ya que se trata de "algo más que un jugador para el primer equipo; será un ejemplo para los 180 niños de la base y también un líder para sus compañeros”. Toledo, que como ha explicado puede alternar posiciones interiores y exteriores en el juego del equipo, ha declarado sentirse "muy feliz" por volver a casa, en Lleida, donde todavía vive parte de su familia; "El tema familiar es importante", ha declarado, "pero sin un buen proyecto deportivo, no es suficiente. Si no hubiera notado la ilusión que existe en el club, no habría vuelto”. Ha recordado que en Lleida vivió "años muy bonitos, con el pabellón casi lleno" y expresa un deseo claro; “ojalá este año podamos volver a verlo”.
