Victoria de prestigio en el momento más inesperado. El ICG Força Lleida sumó la primera del curso teniéndolo casi todo en contra. El Alicante, con una plantilla hecha para optar a todo, llegaba tras perder con el Oviedo en su estreno al Pedro Ferrándiz tras dos prórrogas, y con el orgullo tocado. Y en cambio, Gerard Encuentra no podía contar ni con el lesionado Mark Hughes ni tampoco con Juani Marcos, todavía pendiente de los trámites administrativos para obtener el pasaporte comunitario (y con la plantilla aún sin cerrar, no hay que olvidarlo). Con estos condicionantes, costaba imaginar un resultado positivo. Y el arranque del duelo parecía abonar esta teoría: El encuentro empezó con el Alicante enchufado. Un parcial de salida de 0-5 les daba las primeras ventajas frente a un ICG frío e impreciso. Sin embargo, poco a poco los burdeos empezaron a entrar en el partido atacando el anillo rival y con un 6-0 que devolvía la igualdad (6:40, 1Q). Esta exuberancia ofensiva se cortó en seco: El partido entró en una fase marcada por los errores y la falta de acierto, que hizo que ninguno de los dos equipos veías canasta durante más de cuatro minutos. Fue Ibou Badji quien, con un tiro cercano y con un mate después de un alley oop servido por Lafuente centrifugó el partido antes de llegar al final del primer cuarto, con Cuéllar -lo mejor del partido- sumándose al ofensiva para ampliar el parcial hasta el 12-0. El Alicante estuvo nueve minutos sin anotar. Todo un dato.
En el segundo cuarto, el panorama siguió siendo favorable a los del ESPACIO FRUTA, que nada más arrancar obtuvieron una máxima renta de nueve puntos (14-5, 9:32 2Q), aunque los de Gonzalo García de Vitoria mejoraron sus prestaciones y recortaron diferencias aprovechando su acierto exterior y una dureza en el límite bajo aros (21-19, 5:40 2Q). Entonces se entró en una fase de igualdad rota por cinco puntos consecutivos de Michael Carrera que permitían algo de oxígeno ante el acoso alicantino. Sin embargo, al descanso se llegaba con otra canasta visitante anotada por Arcos en el último suspiro y que dejaba a los visitantes muy, muy cerca (31-29).
Van Zegeren inauguraba las hostilidades en el tercer periodo y empataba el partido, mientras que Matulionis con un triple ponía al Alicante por delante (31-34, 8:47 3Q), en lo que parecía una réplica del inicio del partido. El guión, sin embargo, no era el mismo. Esta vez, los visitantes no sufrían ninguna sequía. Dos jugadas de 2+1 y un triple les otorgaban la máxima renta y obligaban a Encuentra a parar el partido (36-43, 6:54 3Q). El ICG reaccionaba, ya copia de sudor conseguía recuperar distancias y ponerse de nuevo de antemano (49-47, 3:00 3Q). El cuarto le despedía una cesta de Cuéllar para establecer el 53-49 y dejarlo todo para decidir en un último período de infarto.
Y éste arrancaba con la maquinaria burdeos en plena combustión. Entre el final del tercer cuarto y el inicio del último, los locales solapaban un parcial de 15 a 6 que les posibilitaba el control del partido (64-53, 5:19 4Q). El rebote era netamente leridano, y esto era determinante en un momento en el que los nervios podían hacer acto de presencia, como así fue. El Lucentum presionó, subió líneas y recortó toda la diferencia después de un tiempo muerto (66-66, 1:00, 4Q). Cuéllar, con 68-66 y 35 segundos, hizo su quinta personal y esto dio 3 tiros libres en el Alicante, que solo hizo uno. 68-67, pero en el siguiente ataque, los del ESPACIO FRUTA no pudieron anotar. 11'9 segundos para que el Lucentum hiciera la última jugada y se llevara el triunfo…pero agotaron los cinco segundos sin sacar de lado, y el balón pasó a ser leridano. Falta personal sobre Carrera, que realiza uno de los dos tiros libres, y en la última opción, nueva y definitiva pérdida de balón alicantino, que precipitó la primera victoria del ICG esta temporada. Partido de coraje, entrega y talento; señas de identidad de un conjunto que supo inflamar a la afición como hacía tiempo que no ocurría. Esto promete.