HASTA LA EXTENUACIÓN

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El ICG Força Lleida ha empezado con derrota en la segunda fase de la liga, en un Pazo Paco Paz donde el de negro se dejaron hasta la última gota de sudor. Conscientes de que en este tramo de competición todos los partidos tienen un valor extraordinario, los leridanos jugaron un partido muy serios y de una gran tensión que sólo pudo resolverse después de una prórroga.

Tal y como se preveía, el partido comenzó con mucha igualdad, con un juego muy físico por parte de ambos conjuntos y con una alta intensidad defensiva también compensada por un buen acierto y movimiento de pelota en ataque por parte de ambos conjuntos, lo que hacía que los primeros diez minutos fueran muy atractivos y terminaran con un ajustado 20-18. La igualdad continuó durante todo el segundo período, en el que el ICG comenzó dominando con Carrera anotando los primeros puntos del cuarto, y con el Ourense intimidante en el juego interior gracias a la presencia en pista del techo liguero, el británico Menzies, que con sus 2,21 ponía en problemas a los leridanos en el rebote y hacía bajar la producción en ataque de los pívots. Sin embargo, los de Aranzana se mantenían muy concentrados y con Polanco atacando el anillo local las alternancias en el electrónico continuaban. Tanto, que una última recuperación de balón a finales del período propiciaba un contragolpe de Vecvagars que igualaba el duelo a 34 al descanso.

En la reanudación, el panorama no cambió durante los primeros minutos. Ahora bien, el rebote seguía siendo un problema, especialmente el propio, y pronto empezó a favorecer ventajas de los gallegos, que aprovechaban las segundas opciones para anotar o cobrar personales. Con esto también añadían puntos que los leridanos no podían compensar. De hecho, siete de margen al final del tercer cuarto (54-47), y máxima renta con un triple de Dimitrijevic al inicio del último y definitivo período. También máxima tensión en el banquillo leridano, con los ourensanos crecidos y buscando cerrar el partido; pero un parcial de 0-7 comandado por Carrera y Vegvagars redujo de nueve distancias (57-54, 6:47 4Q). Esto obligó a pedir tiempo muerto a Gonzalo García de Vitoria, pero los leridanos ya habían encontrado el ritmo. Un triple de Sans culminaba un 2-10 que empataba el partido a 59 a cinco minutos por el final. Vecvagars culminaba la remontada con un tiro marca de la casa (59-61, 3:50 4Q), y Carrera ampliaba los márgenes desde el tiro libre (59-64), con el COB ya en bonus. Poco después entraría el ICG, y entonces el partido se convirtió en un carrusel de idas y venidas al 4,60. Se entraba en el último minuto con un margen de seis puntos para los de Aranzana (61-66), pero un triple inverosímil de Spight los ponía a dos puntos (64-66). Él mismo hacía personal sobre Vegvagars (64-68) en el último minuto, y después anotaba otro triple (67 68) que lo abría todo. Una pérdida de balón leridano propiciaba una contra con la que Hernández le daba la vuelta al partido (69-68) a 14 segundos por el final. Una técnica de Yates hacía firmar en Vegvagars el empate a 69, pero no pudo anotarse en la última posesión, y el duelo se fue a la prórroga.

En el tiempo extra, el COB conseguía adelantar a triple golpe, mientras el ICG se complicaba la vida con una serie de pérdidas de balón del todo inoportunas. Los locales cogían 7 puntos de renta (80-73, 2:40) y el cansancio acumulado por el dramático final de la primera fase parecía empezar a aparecer. La defensa leridana pasaba muchos problemas frente a un COB lanzado que ya tenía el partido en la mano. Pese a lucharlo, ya no había gasolina por más. Al final, 88-77, con una cesta sobre la bocina de Úriz que otorgaba la máxima renta a los gallegos (+11) y mal sabor de boca final aunque las sensaciones y el trabajo del equipo permiten ser optimista respecto al que debe venir en esta reciente iniciada segunda fase.

Post partido Gustavo Aranzana

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