El ICG Força Lleida no ha podido llevarse la victoria en el duelo de este domingo ante el TAU Castelló pese a tener ventajas importantes en el marcador durante muchas fases del partido. Los de negro llegaron a tener hasta 17 puntos de margen y jugaron una primera mitad excelente, pero se vieron superados por un acierto extraordinario de los castellonenses en el último cuarto que no supieron parar y que les hizo perder la concentración y el partido.
Sin embargo, el encuentro empezó con el mejor guión posible para los leridanos. La gran labor defensiva del equipo de Aranzana en estos primeros compases bloqueaba el ataque visitante, que en todo el primer cuarto sólo era capaz de anotar un disparo de campo -un lanzamiento de 3- y sumaba cinco puntos de tiro libre mientras que los de negro jugaban con equilibrio y finalizaban el primer período con un impecable 14-8. Pero era lógico que el talento visitante apareciera y lo hizo en el arranque del segundo cuarto. Un parcial de 2-10, con el Tau ensayando defensa zonal, anulaba las diferencias y situaba el 18-18 que hacía que Aranzana detuviera el partido con su primer tiempo muerto. A golpe de triple, con Chapela, Vecvagars y el recién llegado Kendal Manuel llevando la batuta y compartiendo protagonismo ofensivo, el ICG recuperaba el control e implementaba un parcial de 22 a 5 que ponía 17 puntos de margen en el electrónico del Barris Nord (40 -23). Cinco puntos castellonenses en el último minuto reducían los márgenes a 13 en el descanso, 40-27. La superioridad era manifiestamente leridana en todos los aspectos, y aunque en el inicio del tercer período los márgenes se mantenían, la lesión en el hombro que sufría Vecvagars a los tres minutos de la reanudación era un duro golpe que el equipo acusaría en el espíritu y en el juego. El tercer tiempo fue más igualado, y los visitantes empezaron a jugar más cómodos. Si hasta entonces se habían mantenido en el partido gracias al trabajo de Juanjo García, ahora se añadían un puñado de secundarios que aportaban su granito para construir una remontada por la que prácticamente nadie habría apostado al descanso. El juego exterior empezó a funcionar, el ICG empezó a titubear. La inseguridad se convirtió en nervios en el inicio del último período. A pesar de entrar once puntos por encima, un triple de Dukan y una canasta de dos de Edwards hacían que Aranzana detuviera el juego antes de consumirse el primer minuto del cuarto. Mal síntoma de que, sin embargo, no fue seguido de ninguna reacción. Cuatro triples sin error de los visitantes en este tramo de partido originaron un vendaval que se llevó la ventaja leridana en un santiamén. A cinco minutos para el final, el Tau ya se había puesto un punto por delante (61-62), y aunque a partir de entonces los de negro jugaron con el cuchillo entre los dientes, la confianza ya era cosa del Castellón. Ya en el último minuto, y con el ICG un punto por debajo, un rebote ofensivo permitió al TAU anotar un tiple de manos de Adala que ponía un casi definitivo 67-71 en el marcador. Hasta el final, carrusel de faltas y cambios para intentar lo que ya era un milagro; recuperar una ventaja que los de Toni Ten (que siguen sin conocer la derrota como visitantes esta temporada) sí supieron mantener. Al final, 72-74, un resultado que rompe la buena racha del Lleida, pero que mantiene el average particular entre los dos equipos favorable a los de negro, que en la primera vuelta se impusieron por nueve puntos en Castelló. El próximo partido, el próximo viernes (18.00 h) en Madrid, en la pista del Canoe.