El ICG Força Lleida suma la sexta victoria consecutiva fuera de casa después de superar con nota a un partido complicado. El equipo fue capaz de demostrar que no les pesaban las piernas después de una semana de muchos kilómetros y se llevó el encuentro con un resultado de 73-80. Un segundo cuarto excelso en ataque y un último tiempo en el que el equipo aguantó estoicamente los intentos de reacción locales fueron claves para continuar alargando la racha.
El Ourense llegaba al partido con ganas de revancha tras recibir un correctivo de los de Gerard Encuentra en la primera vuelta (90-55). Los del Segrià aguantaron bien el empuje inicial de los gallegos y se pusieron por delante por primera vez con dos triples consecutivos de Kenny Hasbrouck, absolutamente determinante un día más. A partir de ese momento, los leridanos no han dejado ponerse por delante a los rivales ni una vez más en todo el partido.
La defensa era sólida y los puntos muy repartidos, con los primeros apuntes de Krutwig, Varela, Lobo y Kuath. El pívot sudanés ha firmado unos minutos de mucha calidad que han ayudado al equipo a marcharse con un 16-19 favorable al final del primer cuarto.
Después de unos diez minutos iniciales marcados por la igualdad, el ICG Força Lleida ha pulsado el acelerador en el segundo y los ourensanos han sido incapaces de seguir el ritmo. Los esfuerzos en defensa se repetían con buenos cortes de pelota y salidas a la contra. Kuath se cargó rápidamente de faltas, pero fue muy bien suplido por Krutwig, con su olfato anotador y un gran sentido para dirigir el juego.
ESCAPADA Y GESTIÓN
Y ha sido de nuevo el efecto Hasbrouck el que ha decantado la balanza. El escolta convertía en oro todo lo que tocaba y sumaba dos triples más a la colección para hundir los ánimos locales. Otra canasta desde el perímetro de Matulionis y los últimos puntos de Simeunovic ponían una ventaja máxima en el momento del paso por los vestuarios con el 33-46.
El enfrentamiento se ha atascado en la reanudación. Los del Segrià, con un juego muy trabado, no encontraban la finura de la primera mitad en ataque, pero eran capaces de contener a los locales desde la defensa. Sin embargo, después de casi todo el tercer cuarto con muy pocos puntos en las dos esquinas, el Ourense ha destapado su mejor versión en los últimos dos minutos y ha ajustado el electrónico hasta el 50-56.
El partido llegaba bien abierto en los últimos 10 minutos y el público empezaba a poner más presión cuando veía que los suyos se ponían a sólo tres puntos con un triple en la primera jugada. Pero apareció el hombre de hielo, Javi Vega, para rebajar la euforia con la réplica en la acción posterior. Se ha sumado a la causa su buen amigo Matulionis que ponía un +10 en el marcador y devolvía la tranquilidad a los leridanos.
Un Ourense terco no daba el enfrentamiento por perdido, pero los de Gerard Encuentra se han mostrado solventes en defensa y no les ha temblado el pulso en los momentos importantes. Un triple de Simeunovic desde la esquina en el último minuto dejaba el partido visto por sentencia en el último minuto. Una victoria crucial a domicilio (73-80) que deja al equipo momentáneamente tercero y le permitirá afrontar la difícil jornada intersemanal en el Barris ante el San Pablo Burgos lleno de confianza.
FOTO: Carlos Domarco