El ICG Força Lleida regala una remontada muy trabajada en un Barris lleno a rebosar y con muchas ganas de animar al equipo. Los de Gerard Encuentra han ido a remolque durante todo el partido, pero nunca han echado la toalla. Un último cuarto muy serio de todo el conjunto, comandado por un Hasbrouck excelso, ha permitido a los leridanos darle la vuelta al enfrentamiento en los instantes finales y desatar la euforia burdeos. El equipo no deja de crecer.
El boxing day llegaba a la capital del Segrià, que presentaba una de las mejores entradas de la temporada. Lo hacía recibiendo un Oviedo con bajas y en mala dinámica, pero del conjunto asturiano mejor no fiarse nunca, avisaba Encuentra en la previa. Y sabía bien de lo que hablaba el técnico del ICG Força Lleida cuando vio como una inspiración sobrenatural de los visitantes en los primeros ataques, con un 5/5 en triples, suponía la primera desventaja para el equipo. El acierto rival difuminaba unos primeros minutos más que correctos de los leridanos en ataque, junto al capitán David Cuéllar, ya plenamente recuperado, volviendo a la titularidad con minutos de calidad.
El equipo de Gerard Encuentra mostraba un ataque alegre, que no se correspondía con los desajustes que sufría al otro lado de la pista. Vega ha comenzado cómo acabó en Fuenlabrada: de dulce desde el 6'75. A los dos triples del madrileño, se sumaban Hasbrouck y Matulionis, también con un doblete cada uno. Varela ganaba completamente la partida al base rival, sacando petróleo de todas las entradas a canasta y el ICG Força Lleida iba engordando el engranaje con el paso de los minutos.
TROPIEZO Y VOLVER A EMPEZAR
Varias pérdidas consecutivas han frenado la reacción de los leridanos y parecían sembrar dudas al equipo. Ante el parcial en contra de 3-13, Hasbrouck ha sido la chispa para volver a encender la mecha en ataque. Triple desde el aparcamiento para levantar los ánimos. Simeunovic, Matulionis y Varela, rápido se sumarían a la causa, pero el acierto incesante de los asturianos durante toda la primera mitad, les permitía irse con un 42-52 a favor en el descanso.
El conjunto del Segrià ha vuelto de los vestuarios con un chip distinto. Los jugadores burdeos han sido capaces de encontrar a Krutwig, que asumía galones repartiendo juego y sumando buenos puntos. También llegaba el momento de brillar por Jaume Lobo, quien ha contado con la plena confianza de Encuentra durante toda la segunda mitad. El Barris apretaba y animaba, intentando ser el componente que decantara la balanza por los suyos. El equipo remaba incansablemente, pero no encontraba la forma de llegar a buen puerto.
ÚLTIMO CUARTO ANTOLÓGICO
El equipo ha ido con toda la artillería a por el partido. Arrancaba el último cuarto y los nervios empezaban a apoderarse de sus rivales, que veían cómo les señalaban dos antideportivas casi de forma consecutiva. A las buenas defensas, se le ha sumado la inspiración individual de los jugadores para levantar los 9 puntos de diferencia que indicaba el electrónico a los 5:45 para el final. Matulionis aparecía en el rescate con un buen triple, Kuath hundía la canasta y Hasbrouck se destapaba como el líder de la remontada. Dos triples inverosímiles del incombustible escolta ponían el empate con un Lleida que llegaba mucho mejor a los momentos decisivos.
La bomba de Villar ponía a los leridanos por delante en el marcador por primera vez en todo el partido a falta de 30 segundos para el final. El equipo sacó todo su carácter y supo sufrir para sentenciar el duelo desde los tiros libres. El electrónico del Barris mostraba un resultado final de 90-84. Reacción admirable de todo el equipo para regalar un triunfo de quienes crean afición.