El ICG Força Lleida se sobrepone a las bajas de última hora de Feliu y Vecvagars y se impone al Granada a uno de los aspirantes al ascenso (83-79)
Sin público en las gradas a causa de las restricciones impuestas para luchar contra la Covid-19, y con dos bajas importantes, ambas en el juego exterior. No parecían los mejores augurios para conseguir el primer triunfo del curso, pero el ICG Força Lleida ha jugado el mejor partido posible ante un Covirán Granada que hasta ahora no sabía lo que era perder, y se ha llevado el triunfo de forma clara y merecida. Una victoria que ha empezado a fraguarse ya desde el primer minuto; los de Lleida, muy concentrados, encontraban el acierto en ataque que les faltó en las dos jornadas precedentes, y de la mano de un inspirado Polanco cogían las primeras ventajas a golpe de triple. El primer parcial era local (24-19), y aunque al inicio del segundo los visitantes remontaban gracias al acierto de Bropleh (28-29, 7:25), el equipo de Aranzana volvía a tomar el timón después un tiempo muerto del técnico que enderezaba las ideas. En el descanso se mantenían las distancias (45-39), ya la salida del tercer cuarto, un parcial de 6 a 0 ponía a los de negro por primera vez por encima de la barrera de los 10 puntos (51-39, 8:18), una cifra que se mantendría punto arriba, punto abajo, durante todo este período. Por último, sin embargo, el Granada sacó las garras. Con 74-61 y pelota, los de negro tuvieron la opción de marcharse de quince. Pero erraron el ataque y eso permitió tomar aire a un equipo andaluz que, de estar amarillo pasó a conducir un parcial de 3 a 14 que les hizo entrar con todas las opciones en el último minuto. El cansancio por la poca rotación parecía que podía pasar factura, pero Fernando Sierra, clave en la victoria, capturó un rebote en ataque esencial y anotó los tiros libres decisivos para conseguir un triunfo que Toledo selló, ya con el tiempo agotado y también desde el 4,60, para establecer el definitivo 83- 79. El próximo partido de los de negro será el próximo domingo, en Palma de Mallorca, contra el Palmer Alma Mediterranea Palma.
