El ICG Força Lleida le remonta 17 puntos a un potente Bàsquet Girona, pero acusa el cansancio en la prórroga
No pudo ser, y el ICG Força Lleida no pudo llevarse la final de la Liga Catalana LEB-Or, disputada este sábado en Balaguer con aforo limitado a causa de las restricciones por la Covid-19. Sin embargo, el público asistente -unas 150 personas- pudo disfrutar de un buen espectáculo baloncesto con mucha emoción, especialmente al final. El partido comenzó con el Girona más centrado y acertado, y después del triple inicial de Bulic tomó el cómoandamiento en el marcador. Los de negro no veían anilla con facilidad y se estrellaban frente a la defensa gerundense, que cogía ventajas en un primer cuarto de marcado carácter defensivo y con bajos porcentajes (7-14. 2:00). El primer cuarto acababa con una cesta de Agustí Sans, y con la sensación de que habría que trabajar mucho para encontrar vías de agua en la defensa de los de Carles Marco (11-16, F1Q). La tónica en los primeros minutos del segundo período era la misma, pero el Girona pudo empezar a correr, a controlar el ritmo, lo que obligó a Aranzana a pedir minuto de tiempo muerto para intentar cambiar la dinámica. Dos tiros libres de la ex-Lleida Sevillano ponían al Girona 9 por encima (17-26, 5:30), poco después Rozitis hacía crecer el margen hasta los 10 (21-31, 3:45), y se quedaba en nueva vez en el descanso (24-33 F2Q). El ICG Força Lleida necesitaba aumentar su efectividad, especialmente desde el perímetro (1 de 10 en triples hasta el descanso), limitando al máximo de las pérdidas de balón (9 hasta entonces).
Pero aunque lo parecía, el tercer cuarto no empezó demasiado bien. Sàbat lideraba en el Girona y un triple de Schaftenaar les otorgaba su máxima ventaja (30-47, 5:21). Los de negro seguían sin encontrar soluciones. Aranzana paraba el partido buscando la reacción, y ésta llegaba con un parcial de 7 a 0 que dejaba de nuevo el encuentro en la barrera de los 10 puntos (37-47, 3:05). Sin embargo, el Girona también se llevaba este cuarto y dejaba el margen en once puntos al inicio del último y definitivo período (42-53). La empresa era muy complicada, y más después de haber jugado ya otros dos partidos en la misma semana. Busquets empezaba a encontrar espacios desde el 6,75, los rojos aprovechaban los errores leridanos para correr, y volvían los 17 puntos (45-62). Pero el equipo no se rendía, y un parcial mágico de 20 a 4 enviaba el partido a la prórroga (70-70). El tiempo extra empezaba con un triple de Feliu que ponía a los leridanos de antemano, pero el esfuerzo realizado para llegar hasta aquí era titánico, y acabó pasando factura. El Girona, más fresco, dominó ante un ICG que, pese a la derrota final (79-87) demostró estar preparado para competir con cualquiera a partir del próximo viernes, cuando empiece la auténtica competición, la LEB- Oro 2020/21.